miércoles, 6 de julio de 2011

Desde hoy hasta la noche, NADA.
Lo mismo mañana.
El mismo mantra.
La misma idea fija hasta desvanecerme en una mezcla de aire, moléculas invisibles y átomos hastiados de existir.
Hasta desvanecerme del cuerpo.
Hasta desvanecerme de mí.
De a poquito, de NADA hacia la NADA.


miércoles, 15 de junio de 2011

querer morirse.
hazte fan.


lunes, 6 de junio de 2011

"¿y entonces qué comés?"

"Porque si no te sabés cocinar y no estás nunca en tu casa, y tampoco comés comida afuera..."

No sé, la verdad es que no sé. Pienso y pienso, y los momentos en que como se me borran, son un blanco permanente en mi cabeza, o un agujero negro, o una mentira. Pero la verdad es que sí, debo comer, y muy probablemente lo haga como un cerdo, porque sino no se explica esta hinchazón que siento hoy, esta panza dura y redonda, el ombligo como un botón de plástico beige, esta sensación de fracaso metida li-te-ral-men-te entre pecho y espalda.

"Como mucha verdura".
Bullshit.

domingo, 5 de junio de 2011

Vino *él*.
Trajo chocolates, muchos.
Se quedó anoche y la noche antes de anoche.
Salimos sólo para comer. Enormes cantidades de grasa en la comida, trillones de calorías por gota de saliva que genera el chocolate. Submarinos. Hamburguesas.
Me odio luego, porque *él* se va, y yo me quedo con toda esta comida en el estómago, masticando laxantes, reventando el botón del pantalón, deseando que venga todos los días y que no traiga comida. Que venga *él* solito, con su espalda y con sus brazos y con sus piernas como tenazas.
Odio quedarme sola. Amo quedarme sola.
Con *él*, pero sin comida. Estoy lista para quedarme sin comida pero con él. Ser feliz inmediatamente y después, por el vacío.
Puedo estar tres días sin comer y teniendo sexo solamente. Me hace bien a la piel, al corazón, al ánimo, al estómago. Ese puede ser -ha sido algunas veces- mi alimento. Se lo dije. Se rió, me tildó de ninfómana y abrió otro chocolate.
Lo odio un poco. Lo odio cuando viene con comida y lo odio cuando se va.
No sé cuándo lo odio más.
Me dejará, claramente, lo huelo en el aire, se lo veo en el pelo. Me dejará antes que yo pueda dejarlo.
Si lo odio, será más sencillo.
Si ayuno, también.
Me dejará, pero seré un esqueletito dejado.



viernes, 3 de junio de 2011

miércoles, 1 de junio de 2011

mis piernas
SERÁN
dos chorritos
de soda


(cáustica)

lunes, 30 de mayo de 2011

devorar las páginas

día 1
empieza ahora, 19:11
té rojo y libros

día 2
té rojo y libros

día 3
té rojo y libros

y así, ad infinitum


la certeza de la belleza nunca provendrá de mí si antes no proviene del exterior,
lamentablemente, qué voy a hacerle,
yo pienso así ahora
asi que mejor será ir en coherencia con este pensamiento y no en oposición
yo soy lo que miro que soy: ahora miran que soy pequeñita y débil y vaga y cerda y puta y etcéteras

ya no tengo excusas: un trabajo tranquilo, un hogar solitario, el frío: tranquilamente té y libros y tal vez una sopa a las perdidas y más libros

lo único que necesito es que me caguen a pedos
que me reten
una foto de una débil, áurea, pálida mujer en la heladera
y una buena novela
¿qué les parece La Montaña Mágica?




-la foto es sólo porque me pareció preciosa-

domingo, 29 de mayo de 2011

hola
sólo vengo a avisar(me)
que me estoy cayendo
cayendo
caye n d o


pum


quiero hablar contigo, a ti que te leo, que eres tan preciosa, que me haces tan fuerte, que me eres tan similar

martes, 26 de abril de 2011

el desamor me pega como el culo

entrar aquí todos los días
como un mantra
para recordar que la de anoche
fur mi primera cena en muchos días
y será también la última

y recordar que si no me quiere
por lo menos no querrá a un esqueletito





lunes, 18 de abril de 2011

sábado, 16 de abril de 2011

la respuesta debe ser "mucho"

A veces me olvido que estoy enferma
y ahí es cuando todo se me va bien a la mierda y dejo de contar los días
las calorías
los kilos



y hablando de otra cosa...
qué tan enferma estoy si pienso que esta mujer está GORDA??


jueves, 31 de marzo de 2011

No me digas que La Otra Dentro Mío ya está haciendo de las suyas que nos desquiciamos todas juntas
Ya no nos soporto



sábado, 19 de febrero de 2011

Se me va a acabar el verano y yo sin agua, sin arena, sin paz, sin un lugar donde vaciarme un poco, donde mojarme las ideas y el pelo, donde olvidarme otro poco, donde no reconocerme en la superficie cambiante del agua que viene
me arrastra un poco cada vez
y se va





hay veces
sólo unas pocas veces
en que dormir y drograse son las únicas alternativas posibles

viernes, 4 de febrero de 2011

la hecatombe

la debacle total
una seguidilla de hechos bochornosos que involucran:
1 tarta de zapallitos
2 empanadas
1 mantecol entero enterito
salamín
queso
1 paquete de talitas


pero... son las 7 de la mañana de OTRO día. El mal de amores me hace ingerir calorías como la puta madre.

domingo, 23 de enero de 2011

por Dios, si es sólo un pedazo de tarta!

Escribo esto mientras como en mi trabajo, con las manos, tarta de queso. Estoy engrasando todo el teclado y me estoy empastando la garganta con la masa, y siento los bordes quemados de la tarta en todo el techo del paladar.
Así es cómo lo escribo, lo que no me importa es por qué lo escribo. A lo mejor, si lo escribo y lo leo luego, me dé vergüenza la actitud. No me da vergüenza comer, algunas pocas veces, pero esta vez es de la inmensa mayoría en que sí me da vergüenza. Quiero avergonzarme en público.
Increíblemente, parece no importarme, lo escribo con total desparpajo. Por supuesto, llegaré a mi casa, me sentiré un lavarropas de carga superior y querré morirme de la humillación, de la vergüenza, del fracaso y de la gordura. Otra vez pensaré en empezar de nuevo, pensaré en el Chico que me gusta, que vuelve en una semana, y estaré -pretenderé, no voy a mentirme- toda la semana comiendo lechuga para que me vea divina al llegar y quiera matarse por dejar pasar tanto tiempo sin concretar.
Ahora saboreo la dulce idea de llegar a mi casa y llorar y agarrarme de los pelos y patear cosas. Ahora voy a tirar lo que queda de tarta -hace como tres líneas que ya no como un pedazo-. Mi madre se sentiría muy mal si tirara la comida. Qué vergüenza, pensaría, pensar que hay chicos que no tienen para comer y vos tirando la comida. Y estaría triste, por los chicos, por ella y por mí. Ese solo pensamiento, en mi egoísmo infinito, podría detenerme. Puedo hacer algo más productivo que comer la tarta y algo más productivo que tirarla, pero me da paja.
Cuando llegue a casa, querré gritar fuerte y, en cambio, me sentaré frente a la pc como una gorda estúpida revolviéndose en su culpa.
Nos vemos en un rato. Ustedes y todas mis yoes, incluyendo a la que puso el título en contra de la que escribió esta entrada.


viernes, 21 de enero de 2011

envídiame, Hera

Leche y melón
como una posesa del calor, de los huesos, como una esclava de la frescura
a cucharadas devoro el melón helado y como el agua bebo la leche tibia espumosa (oh, cómo quisiera que fuera recién ordeñada, doy dos días de mi vida y soporto toda la culpa luego por leche tibia recién ordeñada)
So, por ahora
leche y melón
casi casi casi como los dioses olímpicos
♥ regina quitapenas ♥ 

miércoles, 19 de enero de 2011

yo digo

yo no soy una princesa
yo soy una enferma mental que quiere pesar 47 kilos
no tengo coronitas
ni reinados
ni castillos
ni unicornios voladores
ni arcoiris
ni príncipes de colores
yo soy una enferma mental que distorsiona las apariencias
que sobreestima las apariencias
que no tiene olfato
que no tiene gusto
que no tolera las vocecitas de su cabeza ni las de fuera de su cabeza
-sí, tengo vocecitas en mi cabeza-
una enferma mental
y una enferma física
me duelen el estómago, la cabeza, las piernas, el pecho
tengo que hacerme exámenes, me desmayo, me agito, me estreso
se me cae el pelo de a mechones
me tiemblan las manos como a una anciana
se me seca la piel
una piel hermosa supe tener hace años
yo tengo casi treinta años, una carrera, dos trabajos y una cabeza muy inteligente en contra
nada de princesitas
ni sórdidas, ni rosas, ni de ninguna clase
yo NO ESTOY BIEN
yo lo sé
pero no soy ni quiero ser una princesita
yo busco el aire ser etérea ser una pluma
yo busco hallar afuera de mí la forma que me complete de alguna manera
que me cierre
que me dé ALGO de sensatez
y lo busco porque NO ESTOY BIEN de la cabeza
así que
por favor

que los cuentos de princesas dejó de contármelos mi adorado padre a la edad de cinco
o seis
años
todos Jano todos bifrontes

sábado, 15 de enero de 2011

No contar los días

... simplifica muchísimo este burro asunto.
Quién diría, por una vez mi desordenada vida toma las cosas por su cuenta... ¡y anda!


better than Regina (8)

miércoles, 12 de enero de 2011

Ni tres días

Eso.
Así que esta noche, fernet BIEN fuerte y mañana nuevamente
DÍA 1

martes, 11 de enero de 2011

II


Lo bueno de derrapar un poco es que James Blunt y su 1973 se conviertan en mi conciencia
Mucho melón, god bless el melón helado, y mucho laxante para limpiar mi pretérito
porque así no
ASÍ
NO
Mucho sueño, para reponer la energía que no tengo
mucho
mucho sueño
con el sueño, las pesadillas que siempre tengo



Y el médico me dijo
"tomá el hierro alejado de las comidas"
JAJAJAJAJA, todo lo alejado que puedo, Doc

jueves, 6 de enero de 2011

"A decir de los chicos, Lux había perdido peso, aunque no habríamos podido asegurarlo viéndola a través de los prismáticos. Los dieciséis hicieron algún comentario sobre la prominencia de sus costillas, sus escuálidos muslos, y uno que había subido al tejado con Lux durante una cálida tormenta de invierno nos dijo que los huecos de las clavículas de la chica recogían el agua de la lluvia. Unos pocos hicieron referencia al sabor ácido de su saliva —el de los jugos gástricos cuando no se emplean en nada—, si bien ninguno de estos signos de desnutrición, de enfermedad o de pesadumbre (las pupas de las comisuras de los labios, la calva sobre la oreja izquierda) impedían que Lux produjese la apabullante impresión de ser un ángel hecho carne.
Hablaban de haber subido a la chimenea como llevados por dos grandes y batientes alas, y de aquella leve pelusilla que Lux tenía en el labio superior, que se le caía igual que plumón. Sus ojos brillaban, ardían, estaban abocados a su misión como sólo podían hacerlo los de una criatura que no dudara de la gloria de la creación o de su falta de sentido. Las palabras empleadas por aquellos muchachos, los evasivos movimientos de las cejas, su espanto, su desconcierto, dejaban claro que eran perfectamente conscientes de no ser más que insignificantes asideros en la ascensión de Lux y, al final, pese a que ellos llegaban al pináculo, tampoco habrían podido decir qué había más allá de todo aquello. Unos pocos hicieron alguna observación sobre la avasalladora sensación que les producía la inconmensurable caridad de Lux."