domingo, 24 de octubre de 2010

los domingos es más fácil contenerse
los domingos, porque una vive sola -y a esta altura del mes ya no hay nada en la heladera y tampoco hay dinero- y no hay kioscos cercanos que abran los domingos
los domingos es más fácil contenerse
basta con no fumar, por ejemplo, para que después no me venga una gula feroz
los domingos es más fácil contenerse
porque estoy sola, es domingo, miro la tv, hay partidos de fútbol, hay libros y
god bless it
existe internet
los domingos es más fácil contenerse
opa, hoy es domingo
los domingos
que en general son una mierda pura
es más fácil contenerse
porque puedo dormir todo lo que se me antoje
será cuestión entonces de hacer que todos los días parezcan domingos
de esconder mi propia guita
biyuya
tarasca
-cuando la tengo, claro-
y gracias a mi memoria, que por suerte dura poco, olvidar luego, un martes desesperante
por ejemplo
dónde la he dejado
y así pensar
son cosas del destino, Libélula
agarrá un libro, salí a leer al balcón, pensá como si fuera domingo
y hasta tengo la suerte de que el libro que agarro no sea ése donde guardé las morlacos


lo que no daría por estar de regreso a esa edad

jueves, 21 de octubre de 2010

Soy una cerda puta.

Ser una puta no me molesta. Voy, te conozco, me conocés, me invitás un par de veces a tomar algo, no pasa nada, me invitás otra vez, terminamos cogiendo, borrachos, fumados; cogiendo como si se acabara el mundo. Después te vestís y te vas y yo vuelvo a dormir y al otro día pienso: soy una puta. Así nunca te van a querer. Nadie quiere a las putas, por eso son putas. ¿Quién necesita más cariño que una puta? Nadie. Les falta afecto, por eso son putas, por eso sos una puta, porque nadie te quiere, y nadie te quiere porque sos una puta, y hacerse puta parece lo más fácil del mundo.

Al fin me levanto, y me pongo a comer. Soy una cerda. Una puta y una cerda.

Cojo, y siento vacío después. Como, y lleno algo. Lleno mi estómago y lleno ese vacío. Ahora quiero vaciar mi estómago y encontrar otras maneras de vaciarme de mí que no sean cogiendo. Porque si cojo, me vacío, se me va alguna parte de mí, y soy cada vez más chiquitita.

Coger y comer se conjugan igual, ahora que lo pienso. Qué maravilla, la gramática.